Estudios de vulnerabilidad
33 Estudios vulnerabilidad de la seguridad alimentaria a los efectos adversos del cambio climático
El Proyecto FORECCSA promueve un diagnóstico a nivel parroquial, a través de estudios rápidos de vulnerabilidad, de los cuales, se plantearán planes de adaptación al cambio climático que incluyen una canasta de medidas de adaptación, de la canasta de medidas se prioriza una medida que será implementada bajo financiamiento del proyecto considerando un período máximo de 12 meses.
El Proyecto FORECCSA ha determinado la vulnerabilidad a la seguridad alimentaria de 33 Gobiernos Autónomos Descentralizados. En la Cuenca del Río Jubones ha examinado la vulnerabilidad de 4 GAD cantonales y 18 GAD parroquiales, mientras que en la Provincia de Pichincha se determinó la vulnerabilidad de 10 GAD parroquiales y 1 GAD cantonal.
La finalidad del análisis de vulnerabilidad y de la obtención de un índice es reflejar cuantitativamente cuan susceptible está la seguridad alimentaria y los principales medios de vida los 33 GADs frente a los impactos del cambio climático y a la vez conocer la capacidad de respuesta de la población frente a las amenazas climáticas que los asechan.
Los estudios de vulnerabilidad se realizaron en la cuenca del Río Jubones que abarca cuatro provincias: Azuay (cantones Nabón, Santa Isabel, Pucará, Girón y San Fernando), El Oro (cantones Pasaje y Zaruma) y Loja (cantón Saraguro). La segunda área corresponde a la parte norte de la Provincia de Pichincha y comprende los cantones Cayambe y Pedro Moncayo. El Proyecto FORECCSA tiene previsto trabajar en 50 parroquias (39 en Jubones y 11 en Pichincha).
Resultados
- Los estudios de vulnerabilidad demostraron que 20 parroquias de la Cuenca del Río Jubones y 11 de las parroquias pertenecientes a Cayambe y Pedro Moncayo enfrentan como principal amenaza climática a la sequía, amenaza frente a la cual deben definirse las prioridades de adaptación de los medios de vida rurales. Sin embargo en Caña Quemada y en la Cabecera Cantonal Pasaje, pertenecientes a la cuenca del Jubones, se ha identificado que la principal amenaza es la helada.
- Los principales medios de vida que dependen del clima están ligados a la actividad agrícola y pecuaria de subsistencia (en su mayoría) y con fines comerciales en menor proporción, el grupo objetivo de este Proyecto es el primero.
- Los principales indicadores de la seguridad alimentaria que serán mayormente impactados y vulnerables por las amenazas del cambio climático son:
- Para Jubones, la «Disponibilidad de alimentos», específicamente en la disponibilidad de agua para riego, rendimientos agrícolas y resistencia de variedades agrícolas locales. El segundo pilar afectado corresponde al «Consumo de alimentos» donde se prevé afecciones directas en la diversidad de la dieta, sin embargo se contempla que los impactos del cambio climático afecten también al acceso y estabilidad de alimentos.
- La situación es similar en Pichincha donde el pilar de seguridad alimentaria «Disponibilidad de alimentos», es el más impactado, dentro de este pilar los indicadores más críticos son: disponibilidad de agua para riego y rendimientos agrícolas. Para esta Provincia se identificó otros indicadores críticos: alteración de los ciclos normales de producción, el cual también se encuentra dentro del pilar de disponibilidad de alimentos; adicionalmente se menciona el indicador de acceso relacionado a la disminución de productos en los mercados y la resistencia de variedades agrícolas locales.
- En función de la exposición de los medios de vida más la sensibilidad de los indicadores críticos de seguridad alimentaria y menos la capacidad adaptativa de la población se identificó la siguiente situación:
- El 82% de parroquias de la cuenca del Río Jubones presentan una vulnerabilidad media a los efectos adversos del cambio climático con énfasis en seguridad alimentaria, el 18% restante, mantiene una vulnerabilidad alta, por tal motivo es propicio la implementación de medidas de adaptación.
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- El 91% de las Parroquias de los cantones Pedro Moncayo y Cayambe presentan vulnerabilidad media a los efectos adversos del cambio climático con énfasis en seguridad alimentaria, mientras el 9% restante presentan una vulnerabilidad alta, por tal motivo es propicio la implementación de medidas de adaptación que le permitan a la población reducir los impactos adversos del cambio climático y atenuar los riesgos de la actual variabilidad climática.